- Según los últimos datos del CAD, no se producen avances globales hacia compromiso del 0,7%. Los países donantes se mantienen en un 0,37% de su Renta Nacional Bruta.
- España continúa en el vagón de cola al destinar tan solo un 0,24% de su RNB. Desciende al puesto 23 de los 31 países donantes del CAD. Tal situación contrasta con lo contemplado en la Ley de Cooperación, aprobada precisamente en 2023.
La OCDE ha presentado los datos definitivos sobre las contribuciones a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), en 2023. Los resultados son contundentes: se observa un crecimiento global engañoso e insuficiente. Si bien las cifras totales alcanzan un máximo histórico, no suponen un incremento real si tenemos en consideración el crecimiento económico o la inflación. Son cifras claramente insuficientes en un contexto como el actual con grandes y crecientes crisis humanitarias, en el que es urgente avanzar en los compromisos de la Agenda 2030 (se estima en 4 billones de euros anuales su déficit de financiación). A ello se añade, además, que son cifras infladas puesto que se contabilizan partidas extraordinarias que no casan con los principios fundamentales de la AOD.
Europa, segunda región receptora de AOD
Una de las mayores incoherencias de esta situación es el hecho de que Europa se haya convertido en la segunda región receptora de AOD, con un 17,5% del total de los fondos. El primer país receptor mundial de ayuda es Ucrania; de hecho, el apoyo a este país cuadriplica la suma de la ayuda destinada a todos los países de América Latina y el Caribe. Tal situación hace que los países más pobres -denominados “Países menos avanzados “ (PMA)- concentren menos de una cuarta parte de la AOD pese a los reiterados compromisos internacionales para incrementar el apoyo que reciben.
Otra de las cuestiones preocupantes es que la llamada ayuda programable -contribuciones de los países donantes que, al ser programadas, se alinean mejor con las estrategias de desarrollo definidas por los países receptores- ha disminuido un 3%. Esto significa que este tipo de apoyo alcanza mínimos históricos: según los datos del CAD, supone menos de la mitad de la AOD bilateral (tan solo un 43,7%). Esto tiene graves consecuencias sobre la efectividad de la ayuda puesto que supone que los países receptores tienen menor control e influencia en el apoyo que reciben.
Fuente: La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo